Ficus alii

¿Recibes visitas en tu hogar constantemente? ¿Cada fin de semana? De ser positiva tu respuesta, te invito a que leas este artículo, el cual irá destinado específicamente a una especie del género Ficus que es utilizado, en su mayoría, para decorar el interior de las casas. ¿Quieres sorprender a tus huéspedes? Pues deberías redecorar el espacio de tu casa con uno o varios ejemplares del Ficus alii. ¿Preparado? ¡Vamos!

Es evidente que si decoramos las habitaciones del hogar a nuestro gusto, esta suelen volverse más acogedoras, pero más aún si incluyes en ese paquete plantas ornamentales, en especial, el Ficus alii. ¿Pensaste en él? Pues que nadie te quite esa idea de la cabeza, ya que será una decisión acertada.

Más que tener una planta en casa, es tener una escultura debido a belleza. El propósito de este texto es que lo disfrutes y conozcas cada uno de los atributos que nos ofrece el Ficus alii, como también de sus cuidados. Sin más preámbulos, sigamos.

Su nombre científico no es Ficus alii, sino Ficus binnendijkii, solo que usa ese diminutivo para evitar errores o malas pronunciaciones, pero descuida, también tiene otros nombres por los cuales se les conoce más comúnmente, tales son: Ficus alii, Ficus de hoja estrecha e Higuera de hoja estrecha.

Esta especie de Ficus procede del sureste de Asia hasta Filipinas -mismo continente- , donde el clima es tropical. Además, es pariente del Ficus lyrata y del Gomero, y tal cual como estos, se adaptan perfectamente a los interiores porque les sienta mejor el clima cálido al frío. De cultivarlo en exterior, se debe proteger del clima helado, el sol directo y el exceso de lluvias o la sequía, sobre todo en verano.

El género al que pertenecen los Ficus abarca cerca de 800 especies entre arbustos, árboles y trepadoras. Están integradas dentro de la familia Moraceae. De este Ficus se puede decir que es una planta de fácil y sencillo cuidado, así como resistente, que se encontrará muy a gusto dentro de casa, incluso en la terraza donde puede vivir durante años prestándole apenas atención.

Son árboles perennifolios de largas y estrechas hojas de más de un palmo de longitud; son de color verde oscuro o de color bronce cuando son jóvenes. Aunque en su lugar de origen pueden alcanzar los 20 metros de altura en interior y en maceta no suelen superar los 3-4 metros. Como curiosidad cabe indicar que sus troncos pueden soldarse entre sí al entrar en contacto.

Posee un elegante follaje y se convierte en un atractivo arbolito cuando crece. Está formada por tallos flexibles recubiertos de hojas lustrosas y estrechas, puntiagudas, muy alargadas y de color verde oscuro. Esta especie al ser de más bien de porte ceñido permite colocarlo en diferentes rincones de casa, sólo hay que tener la precaución de ofrecerle un lugar bien iluminado, ya que necesita plena luz, pero evitando el sol demasiado fuerte y directo.

Ficus alii cuidados

Para cultivarlo en interior, usen una tierra con buen drenaje. Puede ser tierra para maceteros más perlita para aportar aireación al sustrato y si agregan materia orgánica para abonar como el Humus, mucho mejor.

No conviene para nada usar tierra arcillosa porque retiene el agua demasiado. También es bueno ubicarla en lugares luminosos pero sin sol directo y si es demasiado caluroso, pueden rociarle agua filtrada (sin cal) en las hojas para recrear el ambiente tropical como en su hábitat original.

En invierno, conviene regar el Ficus alii cada dos semanas pero siempre revisen cómo están las temperaturas y la cantidad de humedad de la tierra, para no regar en forma excesiva. Para no tener demasiada humedad, eviten que el plato bajo el macetero tenga agua acumulada. Durante el verano pueden regarlo dos o tres veces cada semana. En cualquier época, esperen a que la tierra se seque antes de dar el siguiente riego.

Pienso que esta planta no necesita poda ya que su aspecto es muy lindo en forma natural. Pero cuando haya crecido hasta el techo (ojalá antes de que suceda), pueden darle una poda para limitar la altura, cuidando de mantener una forma armónica. Lo pueden lograr si lo miran de cierta distancia para identificar qué rama conviene podar y a qué altura.

Y si prefieren darle forma, pueden podarlo poco a poco a medida que va creciendo, ya sea para crear una planta de pie alto o con la forma que prefieran. Como todo Ficus, no olviden que esto se hace solo en primavera-verano, o sea, cuando ya no exista probabilidad de heladas o temperaturas bajo cero.

Si no lo van a podar, conviene ayudarlo con un tutor o guía forrado con plástico verde o uno de coligue más natural, para mantener su tronco derecho mientras se vuelve una planta adulta. Lo correcto es ubicarlo al mismo tiempo que cuando hacen el trasplante a la maceta, para no enterrarlo después y romper las raíces del Ficus alii.

Para que tenga buena salud, vale la pena darse el trabajo de limpiar el polvo y la tierra que pudiera acumularse en tronco, ramas y hojas, ya que así la planta podrá absorber el CO2 normalmente y además liberar el oxígeno que tanto necesitamos. Y además, lucirá espectacular y vigorosa por el brillo de sus preciosas hojas.

Ficus alli exterior

Si desean cultivarla en el jardín o balcón, eviten que esté a pleno sol. Bajo un techo semi translúcido con buena luz natural, funciona muy bien. Quizás durante el invierno tengan que dejarlo en interior para protegerlo de heladas o nieve. Todo dependerá de qué tanto frío haga o de la zona climática donde vivan. Para el riego, se hace de igual forma que si está en interior.

En climas tropicales o similares, puedes tenerlo sin problemas en exterior. Aunque siempre vigilando su estado total, para que en caso que aparezca algún signo en sus hojas por excesiva radiación solar o muy baja temperatura, lo identifiquen rápidamente y cambien de ubicación al Ficus. Y lo más probable sea que deban ubicarlo bajo techo de una terraza o en interior.

¿Suficiente? ¿Crees tener lo necesario? Pues ponte manos a la obra y empieza desde ya a cultivar tu propio Ficus alii, pero cuéntales a tus amigos y recomiéndales este artículo.