Ficus benjamina
Debe quedar claro desde un principio que el género de las plantas Ficus, tiene una cantidad inmensa de especies, pero no solo son árboles convencionales, de los que vemos comúnmente, sino también una llamada trepadora, al igual que arbustos. Aunque el ficus benjamina, no forme parte de ninguna de estas, es importante recalcarlo. El siguiente artículo se dedicará a desglosar las curiosidades que rodean a esta planta.
El ficus benjamina, como ya sabemos, forma lógicamente parte del reino Plantae, pero pertenece a la división Magnoliophyta de la clase Magnoliopsida; orden Rosales de la familia Moraceae y finalmente de la tribu y del género Ficeae y Ficus, respectivamente. Pese a ser un poco confuso, no es tan complicado entenderlo, pero sí los términos empleados.
Comúnmente, a el ficus benjamina, se le conoce como boj o laurel de la india en parte de Centro América, pero en Sudamérica suelen llamarla caucho benjamina o matapalo. Su origen viene del sur y sureste del continente asiático, pero a su vez, del sur y norte de Australia, ya en territorio oceánico. Como dato bastante curioso, cabe destacar que es el árbol oficial de la capital de Tailandia, Bangkok.
Ficus benjamina árbol
Con respecto a su fisonomía, el ficus benjamina posee hojas gruesas, ovales con punta acuminada, que pueden llegar a los 13 centímetros de largo, pero lo normal es de 6 cm. En condiciones netamente naturales, alcanza fácilmente los 15 metros de altura, y en raras ocasiones dobla su tamaño.
¿Frutos? Sí, aunque es bastante atípico, y de hacerlo produce pequeñas muestras parecidas al higo, pero suelen ser el alimento preferido por varias especies de aves, sobre todo en Malasia y Tailandia, ambos países asiáticos.
¿Se le caen las hojas? No te alarmes, descuida, no es problema para el ficus benjamina, su reacción natural es desprenderse de sus hojas, pero si ves que queda totalmente desnudo, no lo botes o tires a la basura, ya que posee la capacidad de regenerarse para rebrotar nuevamente. Ahora, lo más seguro es que tome un color amarillento, y tire posteriormente las hojas debido al riego excesivo. Ten cuidado.
¿Te llamó la atención el gran tamaño que pueden tomar? Tampoco será un inconveniente para tener uno, ¿por qué? Es una planta hecha por la naturaleza para adaptarse plácidamente al calor del hogar, obviamente en el interior por su sencillo cultivo. Es habitual verlas en a las afueras de las oficinas, al igual que dentro de los vestíbulos de hoteles, empresas y demás edificaciones. Son bastante agradables a la vista por su indiscutida belleza.
Tras el invierno, mantiene su desarrollo a la mínima expresión, llega la primavera y con ella el arranque de nuevo de sus brotes. Tanto el ficus benjamina, como la binnendijkii y la robusta, son considerablemente propensos a entrar en la primavera acompañados de brotes relativamente espectaculares que no se frenarán hasta ya establecido la estación de otoño.
Días más largos, temperaturas de día más bien elevadas y moderadas por la noche son condiciones favorables para un gran crecimiento apreciable en poco tiempo. Crecimiento que contrasta notablemente con la vegetación ya existente. Sus nuevas hojas son verdes más suaves que contrastan con las antiguas de color mucho más oscuro. También más tiernas que las endurecidas por el paso de los fríos invernales.
Ficus benjamina cuidados
Teniendo claro todas y cada una de las propiedades del ficus benjamina, lo siguiente será adentrarnos en el mundo de sus cuidados, ya que como cualquier otra especie de planta, necesita y requiere de cuidados bastante específicos, los cuales deberás llevar a cabo de manera meticulosa para evitar cometer errores, pero no te preocupes, que acá te dejaremos la mejor guía de cuidados. Prosigamos.
El ficus benjamina tiene que estar expuesto o ser exhibido en lugares donde la iluminación sea abundante, claro, siempre y cuando decidas tenerlo en el interior de tu vivienda, oficina o demás lugares donde quieras ubicarlo. No es recomendable exponerlo directamente a los rayos solares, aunque puede que este desarrolle cierta tolerancia a estos, por lo cual se irá acostumbrando poco a poco.
¿Por qué alejarlo del sol? Es susceptible a sufrir quemaduras si pasa mucho tiempo expuesto al sol. Con respecto a su ubicación en lugares abiertos, como el jardín, es aconsejable que sea su siembra se lleve a cabo en épocas de climas cálidos, puesto que puede soportar el sol en la intemperie.
Es contradictorio, ¿cierto? Puesto que te sugerimos mantenerlo alejado del sol, pero no del todo, puedes colocarlo tranquilamente en un espacio donde se forma la sombra.
Referente a la temperatura, lo ideal es mantenerlo en sitios donde no bajen de los 13° C, y en verano, una en torno a los 24°. En exteriores, el ficus benjamina puede aclimatarse, pero sería mortal para la planta exponerse a temperaturas bajo cero, ya que es contraproducente por los climas fríos.
Si lo expones al aire libre en época de invierno, lo recomendable es meterlo a casa nuevamente en otoño por el cambio tan drástico con respecto al clima. Es bueno que lo rocíes con agua diariamente, salvo la temperatura baje de los 15° C, ya que pueden aparecerle hongos en su estructura.
Los riegos, durante su período de desarrollo y crecimiento tienen que ser constantes, ya que la planta transpira más humedad y por ello se seca mucho más rápido el sustrato. Ahora, si este se queda totalmente seco, sus hojas se tornarán de color amarillo e incluso, eso podría desencadenar la caída de la planta en pocos días.
Aunque hay una esperanza, ya que esta se puede recuperar con cierta facilidad produciendo nuevas hojas, sin perder su belleza ornamental durante este período de renovación foliar.
Falta algo, ¿cierto? ¡El abono! Este es quizá uno de los procesos más importantes en cuanto al cuidado del ficus benjamina. El abonado hay que aplicarlo cada dos semanas o 15 días en primavera. Si tienes la posibilidad de hacer uno especial, hazlo, sobre todo una para plantas de hojas verdes.
¿Fue un largo camino, cierto? Pero ahora podrás llevar estos pasos a la práctica y cultivar tu propio Ficus benjamina. ¡Hazlo!