Ficus pumila
La vida y el mundo nos ofrecen innumerables curiosidades en todas las formas y colores posibles. El reino de las plantas se apunta a ese selecto grupo. En este caso, el Ficus pumila, es quizá, la especie del género Ficus más curiosa, llamativa y hermosa que podamos apreciar entre la gran variedad que nos brinda.
Es una planta que se aleja totalmente de lo cotidiano, de lo que solemos ver en nuestro día a día. ¿Interesante, no? Si quieres conocer más, sígueme.
En el siguiente artículo desglosaremos todos los secretos que rodean a esta planta, sobre todo el de su uso, el cual es estrictamente ornamental. ¿No sabes cuál es su apariencia? Te apuesto lo que quieras a que la has visto siquiera una vez en tu vida, solo que no sabes su nombre. Si has recorrido las calles de tu vecindario y te ha llamado la atención como una planta cubre toda la fachada de una casa, déjame decirte que se trata del Ficus pumila.
No te quedes simplemente con esa descripción y descubre más acerca de esta especie. El Ficus pumila, es conocido internacionalmente como Ficus trepador o rastrero, ¿curioso, no? Pues sí. Su nombre se debe a que esta tiene la costumbre y el hábito de arrastrarse y treparse sobre árboles y paredes hasta cubrirlos casi en su totalidad, por esto es utilizado más que todo en jardines y paisajes.
El pumila viene siendo una parra –planta guía– perennifolia leñosa, que crece de los 2 a los 4 metros. El follaje durante su juventud es pequeño y delgado, todo lo contrario a cuando se encuentra en una etapa más madura producida en las distintas edades que comprenden esa fase.
Sin embargo, ahí no termina todo, el Ficus pumila necesita de la avispa de higo conocida como Blastophaga pumilae para la polinización, y a su vez alimenta larvas de la mariposa Marpesia petreus.
Con respecto a su desarrollo y crecimiento, puedes mantenerte tranquilo, ya que este es un poco lento, lo que te dará tiempo de sobra para controlarlo. Como ya sabemos, el género Ficus es bastante extenso, pero entre esa gran variedad siempre dominan y destacan los de porte arbóreo.
No obstante, el Ficus pumila escapa de ese grupo y destaca como una planta trepadora de hojas pequeñas, tallos débiles y que en su hábitat trepan sobre diferentes soportes, ya sean troncos de árboles, paredes rocosas o demás estructuras. Al tratarse de una planta rastrera y trepadora puede ser utilizada indistintamente como planta de porte colgante o tapizando la base de otras plantas de interior como cubresuelos.
Ficus pumila cuidados
El Ficus pumila es una planta de sotobosque, por lo que no exige mucho en cuanto a luz. Su crecimiento varía acorde a las temperaturas a las cuales lo expongas, sin embargo, consigue mayor desarrollo y vitalidad cuando estas giran alrededor de los 20º C, y a diferencia de las demás especies de Ficus, este en particular puede soportar en ambientes exteriores y adecuadamente aclimatados las temperaturas bajo cero.
Durante la etapa de su crecimiento, es importante no dejar que se seque la tierra que lo rodea, debes regarla regularmente, pero evitar a toda costa encharcamientos, ya que pueden perjudicarlo notablemente.
En la época de invierno, sin embargo, se reducen los riegos, ya que la planta frena o cesa por completo su actividad. A su vez, requiere humedad ambiental debidamente alta, por lo cual hay que pulverizar sus hojas con agua tibia esporádicamente.
Ficus pumila características
Hay numerosas especies de Ficus, pero también una gran variedad entre ellas. Por ejemplo, una de las características más llamativas del Ficus pumila, son sus hojas. Una de ellas de color verde, la más habitual; esta posee forma de corazón y generan un contraste bastante peculiar entre las hojas maduras, que suelen tener un color verde oscuro y las más jóvenes, una tonalidad de un verde más intenso.
Ahora, la otra variedad de hojas es matizada en tonos blancos, sobre todo en el perímetro de la hoja, o sea, los bordes. Esos toques le dan a la planta mayor luminosidad.
Todo en esta vida tiene un propósito y un objetivo, el del Ficus pumila es el de ser empleada como cubresuelos. No obstante, muchas personas la plantan contra una pared, lo cual con el tiempo hace que esta se apodere prácticamente en su totalidad de dicha superficie en un menor tiempo, ya que su crecimiento es acelerado.
Si tu principal objetivo es el de decorar el exterior de tu hogar, primero debes trasplantarla a un contenedor de mayor tamaño para que la planta se asiente. Una vez haya crecido correctamente en ese recipiente, puedes proceder a trasplantarla en el exterior de tu domicilio. Lo aconsejable es que la pared a la cual vayas a adherirla sea una zona con abundante tierra y un soporte vertical, eso hará que crezca más rápido.
No te preocupes tanto por la superficie en la cual estas se van a adherir, ya que puede crecer plácidamente y adaptarse al hormigón, madera o incluso sobre metal. ¿Cómo lo hace? Pues cuenta con una especie de ganchos en forma de zarcillos en su parte final como ventosas. De esa manera, se relaciona con muchas superficies.
Algo que debes tomar en consideración es tallar o pinzar los tapices del Ficus pumila, ya que uno de sus principales problemas o desventajas, como le quieras llamar, es crecer de manera vertical, de esta manera lo hará en un mayor volumen, y ese volumen, de no controlarse a tiempo, puede ocasionar el desprendimiento de la pared.
Por eso y mucho más es conveniente aplicarle podas de manera regular, así estarán más tupidas y densas. Esta especie es ideal y perfecta para las fachadas que estén orientadas en dirección al norte.
Ficus pumila enfermedades
Muchas de las plantas son susceptibles a plagas, insectos e infinidad de enfermedades que las suelen atacar con regularidad, pero el Ficus pumila, al menos, no sufre o padece de las más comunes, tales como la cochinilla, la araña roja o la mosca blanca, puesto que no la afectan y eso hará que crezca sin problema alguno. Sin embargo, no queda fuera de peligro.
Resulta una especie bastante resistente a las enfermedades o infecciones por insectos. No obstante, debes mantenerla vigilada para evitar cualquier infestación grave que pueda terminar en el desecho de toda la planta de cultivo.
Durante la época más calurosa puede ser atacada por:
- Escarabajos
- Cochinillas
- Ácaros de la araña
- Araña roja
Por fortuna, puedes corregir cualquiera de estas situaciones siempre que la infestación no sea muy extensa y pueda atenderse a tiempo. Pon a prueba algunos de estos métodos sin químicos, para evitar cualquier otro daño:
- Controla las malezas alrededor de las plantas.
- Elimina todas las hierbas secas y de hojas grandes.
- Rocía con una manguera de presión la cara inferior de las hojas para eliminarlos por completo.
- Aplica aceite de neem a las hojas.
Humedece un algodón y limpia la cara inferior de las hojas.
Todo esto, suele ocurrir cuando las condiciones del ambiente no son las apropiadas, es por ello, que es importante mantener la humedad ambiental y rociar los ejemplares como medida de prevención.
Para poder crecer bien, será necesario regarlo dos o tres veces por semana y abonarlo durante toda la primavera y el verano con abonos líquidos, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
Asimismo, debe de poder disponer de espacio para sus raíces: si está en maceta, hay que trasplantarlo cada dos años, poniéndole sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita; y si se quiere tener en tierra, no se recomienda ponerlo junto con otras trepadoras pues con el tiempo habría alguna que se debilitaría por la falta de nutrientes.
Es muy aconsejable podarlo cada dos años, recortando aquellos tallos que hayan crecido en exceso y los que se vean débiles, enfermos o secos; la época para hacerlo es en primavera, cuando la temperatura mínima es superior a los 15ºC. Podemos aprovechar para cortar algún tallo para enraizarlo en agua o en una maceta con sustrato. Por lo demás, es muy resistente a plagas y enfermedades, y es capaz de resistir las heladas de hasta los -2° C.
Ficus pumila en maceta
El cuidado de esta especie es fácil, ya sea que se cultive en interiores o al aire libre. Lo cierto es que esta planta aporta belleza y un telón de fondo exuberante al entorno donde termina establecido.
Estamos seguros que conseguirás agregar un toque de elegancia a tu jardín personal. Los siguientes consejos te asegurarán que le ofrezcas las mejores oportunidades de crecimiento al Ficus pumila, sobre todo en macetas:
- Cambia el suelo cada dos años, trasplántala a un contenedor ligeramente más grande que el diámetro de las raíces.
- Prefiere el suelo húmedo pero bien drenado. Comprueba la humedad del suelo con uno de tus dedos, si los 5cm superiores se encuentran secos es momento de regar.
- Demasiado fertilizante puede dañarla.
- Realiza un proceso de poda para mantenerlas limpias y animarlas a desarrollar más brotes laterales.
- Después de dar al Ficus pumila el riego exhaustivo elimina el exceso de agua de la bandeja en el contenedor para evitar la podredumbre de las raíces.
- Durante el invierno puedes reducir la cantidad de agua sin empapar todo el suelo.
- Corta la raíz al cambiar de contenedor durante la primavera.
- Cuando crece al aire libre, se arrastra como una sombra completa o parcial y como cualquier otro cultivo, crece mejor en el suelo bien drenado.
Debido a su naturaleza, le gusta extender sus raíces, por lo tanto es recomendable cambiarlo de maceta cada dos años y recortar las raíces que están fuera de la sección de la principal. Si lo cambias a una maceta más grande y deseas que crezca más, no necesitarás recortar la raíz.
¿Cansado de pintar la fachada de tu casa o sus alrededores? El Ficus pumila es la solución perfecta. Decora el exterior de tu vivienda con este especie del género, embellece el mismo y deja atónitos a las personas que transiten por la acera de tu vivienda. ¡Les gustará!